5 marzo, 2016
La sangre es imprescindible para la vida, y de momento, no hay un sustituto artificial para ella. Cada día muchos pacientes necesitan transfusiones de sangre o derivados; no sólo en operaciones o accidentes, sino también en tratamientos de algunas enfermedades como el cáncer. Para hacer frente a estas necesidades sólo existe la posibilidad de utilizar la sangre de los donantes.