Si te miras al espejo y descubres que te han salido manchas en la cara, manos y/o escote, no te preocupes, puede que sean manchas solares. Al mirarnos al espejo podemos descubrir una piel apagada y con manchas. A algunas personas no les sorprende, ya que todos los años, después del verano, tienen este problema. A otras si que les pilla desprevenidas, ya que no les había pasado antes.
Una vez ha finalizado el período estival nuestra exposición al sol se va a reducir drásticamente. No sólo porque nuestro tiempo de exposición se reduce o desaparece una vez finalizado el verano, sino porque también la intensidad del sol se ve disminuida. Seguramente querremos prolongar nuestro tono de bronceado todo lo posible hasta que comience el otoño.