Una de las urgencias que se incrementan en Navidades son los atragantamientos. Cuando hay mucha gente reunida alrededor de una mesa se suele hablar y reir mientras se come, y eso puede provocar que un trozo de comida más grande de lo normal se cuele por nuestra garganta, o se vaya por otro sitio. Además los niños más pequeños suelen probar comida que normalmente no comerían o cogen cosas sin que nos demos cuenta por el jaleo que nos rodea. Y no nos olvidemos de las uvas durante las 12 campanadas, en las que se juntan las carcajadas, la velocidad y el tamaño excesivo de alguno de los granos. La mayoría de las veces con toser un par de veces el problema se soluciona, pero ¿y si no es así? ¿Que podemos hacer?
Si la víctima del atragantamiento es un adulto o un niño mayor de un año
Cuando algo impide que el aire llegue a nuestros pulmones, la reacción de nuestro cuerpo es toser o tener arcadas. Si la persona que se ha atragantado sólo tiene las vías parcialmente obstruídas, podrá toser; en este caso, la mejor forma de ayudar es animarle a que siga haciéndolo para que pueda expulsar el objeto por si misma. Es importante no intentar sacar el objeto con las manos a ciegas ya que podría meterse más adentro y empeorar las cosas. Tampoco hay que dar palmadas en la espalda si la persona está erguida, ya que también el objeto podría bajar y complicarse. Como mucho las palmadas se pueden dar si la víctima se agacha para que la gravedad ayude a la salida.
Si la persona lleva mucho rato tosiendo y se está quedando sin fuerzas, o no puede toser porque las vías respiratorias están totalmente obstruidas, hay que empezar a actuar. Lo primero que uno de los presentes llame al 112 y otro puede empezar a hacer ayudar a la víctima mediante compresiones abdominales, técnica también conocida como maniobra de Heimlich. Este es un procedimiento de primeros auxilios que no necesita una fuerza excesiva ya que no se trata de dar golpes para que el cuerpo extraño salga, sino que el objetivo es levantar el diafragma y obligar al aire a salir de los pulmones y expulsar la obstrucción fuera de las vías respiratorias y de la boca.
Antes de empezar con esta maniobra hay que preguntar a la persona si necesita ayuda, asegurarse que la víctima ya no puede toser ni hablar ni respirar, y hay que informarle que vamos a intentar ayudarle mediante esta técnica. También es importante puntualizar que no es recomendable en niños menores de un año, y que en embarazadas y personas obesas el procedimiento es un poco distinto.
Maniobra de Heimlich
Normalmente se realiza con la persona de pie, aunque también se puede hacer si está sentado. Lo primero es ponerse detrás de la víctima, con las piernas abiertas para que, si la persona pierde la conciencia al no estar respirando puedas sostenerla más fácilmente y estabilizar la caída.
Si la víctima es un niño (solo si es mayor de un año) en vez de de pie, será más cómodo ponerse de rodillas o con una rodilla en el suelo.
Hay que hacer un puño con la mano más fuerte y con el pulgar del puño hacia dentro para no dañar más a la víctima. Este puño se coloca entre el esternón y el ombligo de la persona y luego envolver el puño con la otra mano, abrazando así a la víctima desde atrás. Hay que hacer que la persona se incline hacia delante para facilitar que el objeto causante del atragantamiento salga.
Ahora vienen las compresiones, con las dos manos hay que tirar hacia dentro y arriba, apretando el abdomen del atragantado con movimientos ascendentes, rápidos y fuertes.
- Si la maniobra ha tenido éxito, el objeto saldrá o, si se ha liberado, la víctima podrá toser y expulsarlo. Hay que recordar, si el cuerpo extraño sale y la respiración de la víctima se normaliza, volver a llamar al 112 para informar que ya no se necesitan sus servicios.
- Si no se tiene éxito se pueden seguir repitiendo las compresiones.
En el caso de que la víctima se desmaye, hay que parar inmediatamente y colocarla en el suelo boca arriba. Si todavía no se ha avisado al 112 hay que hacerlo de forma inmediata y empezar con la respiración artificial, comprobando primero que la boca está despejada.
Si el atragantado es una persona obesa o una mujer embarazada, la posición en la que se deben colocar las manos es en el esternón, justo donde se unen las últimas costillas; en este caso la compresión es torácica en vez de abdominal. Además la presión se hará sin empujar hacia arriba, sólo hacia adentro.
Si el atragantado es un bebé o un niño menor de un año
En este caso, mientras una persona llama rápidamente al 112, lo primero que hay que hacer es colocar el bebé boca abajo, de espaldas para ti, apoyado en tus rodillas o antebrazo, y con la cabeza más baja que el cuerpo. Con el talón de la mano se le dan 5 palmadas rápidas entre los omóplatos del bebé. Si el objeto no ha salido, hay que dar la vuelta al bebé y colocarlo boca arriba en las piernas o a lo largo del brazo. Así, se colocan dos dedos en el centro de su pecho (justo debajo de la línea que une los pezones) y se hacen 5 presiones rápidas hacia abajo. Si sigue sin funcionar, se vuelve a poner boca abajo y se dan las 5 palmadas en la espalda alternando con las 5 presiones torácicas, hasta que el objeto salga o llegue el personal de urgencias. También hay que parar si el bebé pierde la conciencia; en este caso habrá que empezar con las maniobras de reanimación cardio-pulmonar.
Si el atragantado eres tú
En el caso de que sepas que realmente las vías no se han obstruido, sólamente que se ha cerrado la garganta por un poco de líquido, un olor muy fuerte o algo de polvo aspirado del ambiente, lo que hay que hacer es mantener la calma y respirar normalmente por la nariz para que se relaje la epiglotis.
Si las vías se han obstruido, pero sólo en parte y te da la tos, hay que toser con fuerza, sin importar los modales, estés dónde estés, para que el cuerpo extraño salga. Trata de inclinarte hacia delante para que la gravedad ayude a salir al objeto. Sobre todo no te apartes de la vista de otras personas por si el atragantamiento empeora y te desmayas.
Si el atragantamiento es total y no puedes toser, llévate las manos a la garganta (es el gesto universal de ahogo) para indicar que necesitas ayuda.
Si estás solo y no hay nadie que pueda ayudarte, es posible hacerse uno mismo la maniobra de Heimlich; se coloca el puño y la mano como hemos indicado antes y, después, se busca un apoyo sólido como el borde de una mesa o el respaldo de una silla, para conseguir que las manos presionen con fuerza y rapidez hacia dentro y hacia arriba como hemos descrito más arriba.
Esperamos que no tengáis que utilizar ninguno de estos consejos, pero, que si os encontráis en alguna de las situaciones descritas, os haya sido de ayuda.
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